Suspensión de envíos por Correos de México a EE.UU.

Suspensión de envíos por Correos de México a EE.UU.

La suspensión de envíos de paquetes desde México hacia Estados Unidos marca un punto de quiebre en la dinámica del comercio transfronterizo. Esta medida no surge de manera aislada: forma parte de un viraje proteccionista de la administración Trump, que en 2025 decidió eliminar de tajo la exención de aranceles para paquetes “de minimis”.

En cambio impacta de forma directa en la vida cotidiana de millones de personas. Migrantes, pequeños negocios y consumidores ahora enfrentan suspensión de envíos, costos aduanales y retrasos logísticos

Más allá de los efectos inmediatos, la decisión de EE.UU. refleja un choque de modelos: apertura comercial y globalización digital vs. protección de industrias locales, mayor recaudación y control de mercancías sensibles como textiles o químicos. Lo que estamos viendo es un episodio más de la guerra arancelaria que Estados Unidos libra no solo contra China, sino contra el sistema multilateral de comercio en su conjunto.

¿Qué es la exención de “de minimis” y por qué importa?

La exención de minimis nació como un instrumento de eficiencia administrativa. En 1938, el Congreso de EE.UU. aprobó que las aduanas no cobraran impuestos a importaciones cuyo valor no justificara el costo de recaudarlo. En ese entonces, el límite era de apenas un dólar.

Con el tiempo, el umbral fue creciendo:

  • En 1990 subió a 5 USD.
  • En 1993, se amplió a 200 USD.
  • En 2016, con el auge del comercio electrónico, alcanzó los 800 USD.
¿Qué es la exención de aranceles a los paquetes de minimis y por qué importa?

Este último cambio coincidió con la explosión de plataformas digitales globales. Gigantes como Shein, Temu y AliExpress encontraron en la exención una forma perfecta para inundar el mercado estadounidense con productos de bajo valor, enviados directamente al consumidor final.

El resultado fue impresionante en 2015, EE.UU. recibió 134 millones de paquetes bajo minimis; en 2024, la cifra superó los 1,360 millones de envíos, con un valor estimado en 64,600 millones de dólares.

La exención se convirtió en un pilar de la economía digital. Permitía que un consumidor en Texas comprara un vestido en China por 15 dólares y lo recibiera en casa sin pagar un centavo extra. O que un migrante mexicano recibiera golosinas o textiles enviados por su familia sin trámites aduaneros. Eliminarla no solo encarece los envíos: cambia las reglas del comercio electrónico global.

La decisión de Correos de México para la suspensión de envíos

El 27 de agosto de 2025, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) anunciaron que México suspendería temporalmente el envío de paquetes a Estados Unidos.

El motivo es claro: la entrada en vigor de la Orden Ejecutiva 14324 de Donald Trump, que eliminó el beneficio de minimis. A partir del 29 de agosto, todo paquete debe pagar impuestos, sin importar si su valor es de 20 o 500 dólares.

Correos de México explicó que la suspensión busca evitar un caos operativo. Sin claridad sobre cómo cobrar y liquidar aranceles, el riesgo de que miles de paquetes quedaran retenidos en aduanas estadounidenses era demasiado alto. El gobierno mexicano prefirió detener el servicio, en lo que se definen procesos bilaterales y multilaterales para garantizar certeza a los usuarios.

La decisión de Correos de México para la suspensión de envíos por exención de aranceles para paquetes de valor por debajo de los $800 USD por parte de Estados Unidos

El impacto es profundo. Millones de familias mexicanas que mantienen vínculos con parientes en EE.UU. a través de paquetes se encontraron con un muro inesperado. Además, miles de microexportadores que usaban Sepomex como una vía barata de envío internacional perdieron, de la noche a la mañana, su principal canal de distribución.

¿Qué productos son los más afectados con la suspensión de envíos?

Los productos más golpeados son aquellos que dependían del bajo costo unitario y que circulaban masivamente bajo el régimen de minimis.

Entre ellos destacan:

  • Textiles y ropa de bajo precio, especialmente de Shein, Temu y vendedores independientes en Etsy.
  • Accesorios y cosméticos, desde bisutería hasta maquillaje económico.
  • Electrónicos pequeños, como audífonos, cargadores, cables o gadgets que costaban menos de 30 USD.
  • Productos culturales y personales, como libros, revistas o recuerdos enviados por familiares.

En el caso de México, el impacto no solo es comercial. Muchos migrantes solían recibir paquetes con alimentos tradicionales, ropa artesanal o fotos impresas, productos con un valor simbólico más que monetario. La eliminación del minimis convierte esos gestos cotidianos en trámites engorrosos y costoso.

Diferencia entre envíos postales y envíos privados

Aquí radica la principal confusión entre usuarios: ¿por qué FedEx o DHL sí envían, mientras que Correos de México no?

La clave está en la capacidad de gestión aduanera, Los servicios postales nacionales forman parte de la red de la Unión Postal Universal (UPU), que opera bajo reglas comunes entre más de 190 países. Estos sistemas estaban diseñados para aprovechar el régimen de minimis, con flujos masivos de paquetes que pasaban sin aranceles.

Al desaparecer la exención, las aduanas exigen que cada paquete tenga un cálculo exacto de impuestos y que estos se cobren y liquiden antes de la entrega. Los servicios postales no cuentan con infraestructura digital ni acuerdos bilaterales inmediatos para hacerlo, de ahí la suspensión.

Diferencia entre envíos postales y envíos privados

Aquí radica la principal confusión entre usuarios: ¿por qué FedEx o DHL sí envían, mientras que Correos de México no?

Empresas privadas como DHL, UPS o FedEx tienen sistemas propios de preliquidación de impuestos.

Por el contrario, empresas privadas como DHL, UPS o FedEx tienen sistemas propios de preliquidación de impuestos. Ellas pueden cobrar al cliente los aranceles y tarifas administrativas en el punto de envío. Sin embargo, sus costos son mucho más altos, lo que vuelve inaccesible para buena parte de los consumidores y pequeños negocios.

En resumen: el envío privado sigue siendo posible, pero el correo económico desaparece, dejando fuera a quienes dependían de él.

La postura de la Unión Postal Universal (UPU)

La UPU, organismo especializado de la ONU que regula el correo internacional, ha sido una de las veces más críticas frente a la decisión estadounidense.

Unión Postal Universal (UPU) Logo

La UPU, organismo especializado de la ONU que regula el correo internacional, ha sido una de las veces más críticas frente a la decisión estadounidense.

El director general envió una carta al secretario de Estado de EE.UU. advirtiendo que la medida provocaría una “disrupción operativa global sin precedentes”. Según datos de la UPU, al menos 25 países decidieron la suspensión de envíos hacia EE.UU. en los primeros días tras el anuncio, incluyendo México, Alemania, Francia, India, Australia, Japón y Nueva Zelanda.

La UPU señala dos problemas principales:

  1. Falta de claridad técnica: no existe aún un mecanismo definido para cobrar y remitir aranceles desde el país de origen.
  2. Plazos imposibles: la orden ejecutiva se firmó el 30 de julio y entró en vigor el 29 de agosto, dando apenas un mes a operadores postales para rediseñar procesos que normalmente toman años.

Como alternativa, la UPU trabaja en desarrollar un sistema global de envío con derechos pagados (Delivered Duty Paid, DDP). Este modelo permitiría que los aranceles se paguen antes de enviar el paquete, de modo que llegue a destino sin demoras. Sin embargo, su implementación requiere acuerdos bilaterales, actualizaciones tecnológicas y capacitación masiva de operadores.

La postura del organismo es clara: la decisión de EE.UU. rompe con la lógica de cooperación multilateral que ha sostenido al sistema postal global durante más de un siglo. La crisis actual no solo es aduanera, sino también un desafío al equilibrio del comercio internacional.

Reacciones en México ante la suspensión de envíos

La noticia de la suspensión generó reacciones inmediatas en la sociedad mexicana. Familias con parientes en EE.UU. se encontraron con un obstáculo inesperado: las remesas en especie, que durante años complementaron las transferencias monetarias, quedaron prácticamente detenidas. Muchos mexicanos en EE.UU. acostumbraban a recibir ropa, productos tradicionales, medicinas no disponibles allá o artículos personales enviados desde su país de origen.

Las redes sociales se llenaron de testimonios de usuarios molestos. Algunos denunciaron que no pidieron enviar cartas ni fotos familiares; otros expresaron frustración porque dependían del correo económico para mandar mercancías pequeñas a clientes estadounidenses. El malestar también llegó a comerciantes de tianguis y pequeñas tiendas que vendían en eBay, Amazon o Etsy, ahora afectados por la suspensión de envíos.

El gobierno mexicano, por su parte, trato de contener el impacto con un discurso de diplomacia activa. La SRE reiteró que mantiene diálogo con autoridades de EE.UU. y organismos internacionales para diseñar procesos que permitan reanudar los servicios. Sin embargo, el mensaje oficial no disipó la incertidumbre de miles de usuarios que, al día siguiente, ya no tenían manera de enviar o recibir paquetes básicos.

Impacto en PYMES mexicanas y exportadores pequeños

Las pequeñas y medianas empresas mexicanas han sido uno de los sectores más golpeados por la eliminación del régimen de minimis. Para muchas de ellas, la posibilidad de enviar paquetes de mercancías por el debajo de los 800 dólares era una ventana de acceso al mercado estadounidense sin necesidad de grandes inversiones en logística o distribución.

Un ejemplo son los artesanos que venden textiles, joyería o artesanía mexicana a clientes en California o Texas a través de plataformas digitales. Antes, un envío de 200 o 300 dólares podía llegar sin aranceles y con costos manejables. Ahora, esos mismos productos deberán pagar un impuesto de 25% al cruzar la frontera además de enfrentar retrasos por trámites aduaneros.

El impacto también alcanza a emprendedores tecnológicos y pequeños fabricantes. Startups que exportaban refacciones, accesorios o gadgets en lotes pequeños encuentran que los costos de envío y aranceles ahora superan el margen de ganancia. Para muchas PYMES, el atractivo de vender en EE.UU. desaparece, lo que podría frenar la internacionalización de negocios emergentes.

En contraste, las grandes empresas exportadoras mexicanas, que ya operan bajo tratados como el T-MEC y cuentan con infraestructura aduanera, pueden sortear mejorar la situación. El golpe real recae en quienes dependan del correo económico y la simplicidad del régimen de minimis para competir en un mercado cada vez más globalizado.

El impacto en el resto del mundo: países con suspensión de envíos a EE.UU.

México no está solo en esta medida. Al menos 25 países han anunciado suspensiones similares, de acuerdo con la Unión Postal Universal (UPU). Entre ellos se encuentran naciones de Europa, Asia y Oceanía, que comparten la misma preocupación: la falta de tiempo y de claridad para implementar los nuevos procesos aduaneros de EE.UU.

El impacto en el resto del mundo: países con suspensión de envíos a EE.UU.
México no está solo en esta medida. Al menos 25 países han anunciado suspensiones similares, de acuerdo con la Unión Postal Universal (UPU)
De minimis
  • En Europa, países como Alemania, Francia, Italia, Dinamarca, Suecia y Austria suspendieron envíos de paquetes hacia EE.UU., mientras que el Reino Unido anunció que solo seguirá aceptando envíos personales de menos de 100 dólares.
  • En Asia, India, Japón, Taiwán, Corea del Sur y Tailandia pausaron sus servicios postales hacia territorio estadounidense, aunque algunos mantienen excepciones para cartas o documentos.
  • En Oceanía, Australia y Nueva Zelanda adoptaron medidas similares, generando caos en miles de minoristas digitales que dependen del mercado estadounidense.

El caso de India es particularmente llamativo: el país enfrenta un arancel del 50% en productos exportados a EE.UU., lo que hace inviable la mayoría de sus envíos postales. En Europa, operadores como La Poste (Francia), Deutsche Post (Alemania) o Royal Mail (Reino Unido) han señalado que no tienen la capacidad técnica para recaudar y liquidar aranceles en tan corto plazo.

La magnitud de la respuesta internacional refleja que no se trata solo de un ajuste fiscal de EE.UU., sino de un choque global en las cadenas de comercio electrónico. La suspensión de envíos de manera masiva marca un retroceso en la integración postal internacional, que desde hace décadas funcionaba bajo reglas compartidas de la UPU.

El impacto en Estados Unidos

En el corto plazo, Estados Unidos proyecta que la medida le permitirá incrementar sustancialmente la recaudación fiscal. Funcionarios de la Casa Blanca estiman ingresos adicionales de entre 300 y 500 mil millones de dólares anuales gracias a los nuevos aranceles. También argumentan que se reducirá el flujo de productos falsificados, drogas sintéticas y mercancías de bajo costo provenientes de Asia.

Sin embargo, los costos colaterales son significativos. Para consumidores en EE.UU., el cambio implica precios más altos, entregas más lentas y hasta suspensión de envíos. Si un vestido de 20 dólares ahora puede tener 25 o 30 adicionales en impuestos al llegar.

Las pequeñas empresas estadounidenses también están entre las más perjudicadas. Boutiques y minoristas que importaban pequeños lotes de ropa, accesorios o insumos europeos ahora enfrentan aranceles de 10% a 50%. En muchos casos, esto convierte a productos especializados —como gafas deportivas italianas o textiles franceses— en artículos prohibitivos para el consumidor medio.

La medida, además, amenaza con generar tensiones diplomáticas con aliados comerciales tradicionales como la Unión Europea, Japón o Canadá. Aunque Trump presenta la exención de “de minimis” como defensa de la economía nacional, los costos para clase media e importadores pequeños pueden erosionar su legitimidad política a mediano plazo.

Impacto en plataformas de e-commerce globales

Las plataformas de comercio electrónico han sido uno de los principales objetivos y a la vez víctimas de la eliminación del régimen de minimis.

Las plataformas de comercio electrónico han sido uno de los principales objetivos y a la vez víctimas de la eliminación del régimen de de minimis.
  • Shein y Temu: Ambas basaban gran parte de su modelo de negocio en enviar directamente millones de paquetes de bajo valor desde China hacia EE.UU. Sin la exención, deberán pagar aranceles en cada artículo, lo que reducirá su margen de ganancia o encarecerá los precios para los consumidores.
  • Amazon, eBay y Mercado Libre: Aunque cuentan con operaciones en EE.UU., dependen de vendedores externos que exportan desde otros países. La eliminación del de minimis complica la logística y podría provocar que muchos pequeños vendedores abandonen estas plataformas.
  • Etsy y Shopify: Estas empresas, que han dado visibilidad a miles de artesanos y emprendedores de todo el mundo, enfrentarán un golpe directo.

En el mediano plazo, es probable que estas plataformas se vean obligadas a reconfigurar su logística. Una opción es establecer centros de distribución dentro de EE.UU. para evitar aranceles al importar en grandes volúmenes, pero esto implica costos enormes y deja fuera a los vendedores independientes.

La medida, en suma, no solo encarece los productos o termina con los envíos “de minimis”, sino que amenaza el modelo global del comercio electrónico, que había florecido gracias a la simplicidad y bajo costo del régimen de minimis.

Implicaciones geopolíticas y comerciales por suspensión de envíos de minimis

La eliminación del régimen de minimis no es un hecho aislado en la política comercial de Donald Trump, sino parte de una estrategia geopolítica más amplia. Estados Unidos ha colocado a China como su principal objetivo, acusándola de inundar el mercado con productos de bajo costo que afectan a la industria local y ponen en riesgo la seguridad nacional. Sin embargo, la decisión de aplicar la medida a todos los países refleja un viraje hacia un modelo más proteccionista, con efectos colaterales para aliados históricos como la Unión Europea, Japón, Canadá o México.

En este escenario, se abre un debate complejo: mientras Washington busca repatriar cadenas de valor y fortalecer la manufactura local, gran parte del comercio internacional depende de la fluidez que brindaban estas exenciones. Lo que antes se resolvía con un envío postal simple ahora requiere procesos aduaneros completos, lo que genera tensiones no solo económicas, sino también diplomáticas. La UPU ya expresó su preocupación por el desbalance que esta decisión provoca en el sistema multilateral, y países que tradicionalmente apoyaban a EE.UU. ahora cuestionan abiertamente su postura unilateral.

La medida también puede verse como un capítulo más de la guerra comercial global. Si bien China es el principal afectado por la suspensión de envíos, los países europeos han dejado claro que los nuevos aranceles podrían empujar a la creación de bloques regionales más sólidos, reforzando acuerdos internos y limitando su dependencia del mercado estadounidense. México, entre su integración al T-MEC y su rol exportador al norte, enfrenta el reto de defender sus intereses sin arriesgar la relación con Washington.

Cambios en el sistema de paquetería y logística

El fin de la exención también marca un antes y un después en la logística internacional. Hasta ahora, los pequeños paquetes eran procesados de forma ágil, con inspecciones mínimas y sin mayores complicaciones aduaneras. Con la nueva normativa, cada paquete, sin importar su valor, debe pasar por un proceso de clasificación, liquidación de impuestos y control aduanero más estricto.

Este cambio implica que las aduanas estadounidenses enfrentarán millones de paquetes adicionales cada día bajo un esquema mucho más complejo. El sistema, diseñado originalmente para manejar envíos de alto valor y en volúmenes moderados, ahora se verá forzado a procesar desde un collar artesanal de 20 dólares hasta ropa barata de plataformas como Shein. La saturación es casi inevitable, y las primeras consecuencias serán retrasos en la entrega, devoluciones inesperadas y mayores costos logísticos.

Cambios en el sistema de paquetería y logística por la exención de aranceles a paquetes de minimis por parte de Estados Unidos

Las empresas de mensajería privada como DHL, FedEx y UPS, aunque mejor preparadas, también deberán ajustar sus procesos. Algunas ya han comenzado a cobrar tarifas adicionales por la gestión de aranceles, trasladando el costo al consumidor. En paralelo, muchos operadores postales del mundo anunciaron suspensiones temporales porque no cuentan con la infraestructura necesaria para recaudar y remitir los impuestos a la aduana estadounidense. Lo que parecía un cambio normativo se traduce, en la práctica, en un reordenamiento de la red global de paquetería.

Alternativas disponibles para empresas y particulares

Aunque la suspensión genera incertidumbre, existen alternativas para quienes necesitan enviar mercancías a Estados Unidos. Las empresas más grandes ya están evaluando la opción de centralizar sus exportaciones y enviar lotes de mayor valor en lugar de depender de envíos individuales. Al consolidar pedidos, el impacto de los aranceles se diluye y es más sencillo gestionar la documentación.

Para los particulares, las mensajerías privadas se han convertido en la vía más inmediata, aunque más costosa. Estas compañías cuentan con acuerdos que les permiten adelantar el pago de aranceles y entregar los paquetes sin que el receptor deba gestionar trámites adicionales. No obstante, el incremento en costos es significativo y no todos los usuarios podrán absorberlo.

Algunas plataformas de comercio electrónico están considerando implementar sistemas de “aranceles prepagados”, en los que el cliente paga el impuesto al momento de la compra, lo que reduce la incertidumbre al recibir el paquete. Esta modalidad, utilizada ya en algunos países europeos, podría expandirse como una forma de adaptación a la nueva realidad.

El reto es mayor para las PyMEs y los emprendedores. Para ellos, la mejor alternativa a corto plazo puede ser explorar mercados regionales o reorientar su estrategia hacia tratados que aún ofrecen ventajas arancelarias. México, por ejemplo, podría buscar potenciar sus envíos hacia América Latina o Europa mientras se clarifica el panorama con Estados Unidos.

Escenarios futuros para el envío de paquetes a Estados Unidos

El futuro inmediato es de incertidumbre. Si la medida se mantiene sin ajustes, es probable que el comercio electrónico transfronterizo hacia Estados Unidos se reduzca de forma drástica, golpeando tanto a consumidores como a pequeños exportadores de todo el mundo. Sin embargo, existen varios escenarios posibles.

Uno de ellos es que, ante la presión de aliados y del propio sector empresarial estadounidense, la administración Trump se vea obligada a introducir excepciones parciales o mecanismos de transición. Esto permitiría que ciertos envíos —por ejemplo, regalos personales, libros o productos culturales— continúen bajo condiciones más flexibles.

Otro escenario es la regionalización del comercio digital. Si vender hacia EE.UU. se convierte en una opción costosa y complicada, muchos países podrían redirigir sus flujos comerciales hacia mercados vecinos, reduciendo la dependencia del consumidor estadounidense.

A largo plazo, la decisión podría acelerar la creación de nuevos sistemas de gestión aduanera digital a nivel global. La UPU y otros organismos ya exploran soluciones que permitan integrar el cobro de aranceles de manera automática en las plataformas de e-commerce. Si esto ocurre, la medida de Trump para los minimis, podría convertirse, paradójicamente, en el detonante de una modernización profunda en la logística global.

Escenarios futuros para el envío de paquetes a Estados Unidos
Impacto en el comercio electrónico y sus plataformas

Dudas comunes sobre la suspensión de envíos

Uno de los aspectos que más confusión ha generado entre consumidores y empresas es el alcance real de la medida. Muchos se preguntan qué pasará con los paquetes que ya estaban en tránsito antes del 29 de agosto. En la mayoría de los casos, las autoridades estadounidenses han indicado que todos los envíos que lleguen después de la fecha estarán sujetos a los nuevos aranceles, sin importar cuándo fueron enviados. Esto significa que algunos paquetes ya despachados podrían terminar retenidos o sujetos a pagos adicionales.

Dudas comunes sobre la suspensión de envíos para el consumidor 
Medidas del comercio electrónico para enviar paquetes

Otra inquietud frecuente gira en torno a si todavía se pueden enviar cartas o documentos. La respuesta es sí: la mayoría de los países han aclarado que la suspensión se limita a mercancías, por lo que la correspondencia personal, fotografías o documentos legales pueden seguir enviándose. Sin embargo, cada servicio postal define sus propios alcances, y algunos han decidido detener todo tipo de correspondencia para evitar problemas con las aerolíneas y con la recepción en EE.UU.

Los consumidores también quieren saber cómo impactará en plataformas como Amazon, Shein o Temu. Aunque estas compañías seguirán operando, los precios podrían aumentar de forma considerable, ya que los impuestos se trasladarán al comprador final. Incluso empresas pequeñas que venden a través de Etsy o Shopify han empezado a advertir a sus clientes sobre posibles cargos adicionales al recibir sus pedidos.

Finalmente, muchos se preguntan si esta medida es definitiva o si se revertirá. Aunque la orden ejecutiva de Trump no establece plazos para revisarla, la presión internacional y el caos logístico podrían forzar ajustes en los próximos meses. Todo dependerá de la capacidad de negociación de los países afectados y del costo político interno que enfrente la administración estadounidense cuando los consumidores empiecen a sentir el golpe en sus bolsillos.

Un cambio en el comercio global

La suspensión de envíos de Correos de México a Estados Unidos no es un hecho aislado, sino un reflejo de un cambio profundo en la forma en que se regula el comercio internacional. La eliminación de la exención de minimis representa un golpe directo al modelo de consumo que se había consolidado con el auge del comercio electrónico: compras rápidas, envíos baratos y mínimos trámites aduaneros. Ahora, esa dinámica cambia drásticamente y obliga tanto a consumidores como a empresas a replantear sus estrategias.

Para México, la medida tiene un doble filo. Por un lado, genera incertidumbre en miles de familias y pequeñas empresas que utilizaban el servicio postal para enviar mercancías o regalos a sus parientes en Estados Unidos. Por el otro, pone a prueba la capacidad del país de adaptarse en su relación comercial más importante, justo cuando los flujos binacionales son vitales para la economía.

En el plano internacional, la decisión de Trump también proyecta un mensaje claro: Estados Unidos está dispuesto a sacrificar la agilidad del comercio electrónico global en favor de un esquema más proteccionista y de mayor control aduanero. La reacción de los más de 25 países que han suspendido sus envíos demuestra que no se trata de un problema local, sino de una crisis con efectos en las cadenas logísticas y en la diplomacia comercial.

La suspensión de envíos de Correos de México a Estados Unidos no es un hecho aislado, sino un reflejo de un cambio profundo en la forma en que se regula el comercio internacional.

El mayor reto para el comercio electrónico
La suspensión de envíos, el mayor reto para el comercio electrónico

El futuro inmediato se perfila lleno de retos: mayores costos, retrasos, incertidumbre y una reconfiguración del mercado global. Sin embargo, también abre la puerta a innovaciones, desde nuevas tecnologías de recaudación digital hasta modelos de comercio regional más resilientes.

Lo cierto es que estamos ante un punto de inflexión. Lo que ocurra en los próximos meses definirá no solo la manera en que enviamos y recibimos paquetes, sino también la forma en que los países negocian sus intereses en un mundo cada vez más interconectado.

En este escenario, mantenerse informado será clave. Para empresas, consumidores y autoridades, la prioridad debe ser anticiparse a los cambios y explorar alternativas que permitan reducir los impactos. Porque más allá de los titulares, esta medida redefine el comercio electrónico tal como lo conocíamos hasta ahora.

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